Porgramación de Escafandra SEGUNDO CICLO DE TERTULIAS 2007

CORPORACIÓN ARTÍSTICA Y LITERARIA ESCAFANDRA
PROGRAMACIÓN TERTULIAS LITERARIAS DE LOS MIÉRCOLES.
SEGUNDO CICLO 2007.

“La poesía
es la ruptura instantánea
instantáneamente cicatrizada
abierta de nuevo
por la mirada de los otros”
OCTAVIO PAZ

Te invitamos para que te programes con nuestras tertulias y recitales cargados de música, poesía y arte. Esta vez, a la Corporación Escafandra se unen en la programación, la Mancomunidad de Escritores La Mancha del Quijote y la Tertulia L´Avenir


Miércoles Mayo 23

HOMENAJE A LA ARTISTA JOSEFINA DE BARBA.


Proyección audiovisual guiada por la maestra MARUJA VIEIRA, en homenaje a la vida y obra de la maestra Josefina de Barba, escultora y artista plástica fallecida hace pocos días.


Miércoles Mayo 30

TERTULIA: MARX Y RIMBAUD, UN ENCUENTRO VISIONARIO EN LONDRES.

LECTURA DE POEMAS DE FERNANDO DENIS


Tertulia guiada por los escritores e investigadores DARIÉN GIRALDO y FERNANDO VARGAS, sobre la visión poética de Carlos Marx y Arthur Rimbaud en la modernidad.

Recital poético de cierre a cargo de FERNANDO DENIS, quien compartirá poemas de su libro “EL VINO ROJO DE LAS SÍLABAS”


Miércoles Junio 6

TERTULIA: “LEGADO Y VIGENCIA DE LA GENERACIÓN DE LOS NUEVOS”


Tertulia radial en vivo, sobre la Generación de poetas e intelectuales colombianos conocida como “Los Nuevos”, a cargo de los miembros de la MANCOMUNIDAD DE ESCRITORES LA MANCHA DEL QUIJOTE.


Miércoles Junio 13

TERTULIA: “LEGADO Y VIGENCIA DE LUIS TEJADA, SIEMPRE NUEVO”


Tertulia radial en vivo, sobre la obra de Luis Tejada, dentro del contexto de la Generación de “Los Nuevos”, a cargo de los miembros de la MANCOMUNIDAD DE ESCRITORES LA MANCHA DEL QUIJOTE.


Miércoles Junio 20

TERTULIA: “HELCÍAS MARTÁN GÓNGORA, EL POTEA DEL MAR”: HOMENAJE A LA CULTURA GUAPIREÑA.




Charla con ambientación musical a cargo de DIEGO GRUESO, en homenaje a la vida y obra del poeta guapireño conocido como el poeta del Mar.

Miércoles Junio 27

TERTULIA MUSICAL: NICANOR PARRA: EL HOMBRE QUE BAJÓ A LOS POETAS DEL OLIMPO


Tertulia con música, recital y declamación sobre la propuesta de la ANTI-POESÍA del autor chileno NICANOR PARRA a cargo de EDWIN GARCÍA y NESTOR CARO.

Miércoles Julio 4

TALLER: “LEER BORGES HOY”


Segunda parte de la Charla y Taller realizada por ALBERTO BEJARANO en el Teatro el Local, sobre la vigencia de la obra de Jorge Luis Borges en la actualidad.

Miércoles Julio 11

CHARLA: “LITERATURA HEBREA Y ÁRABE DEL SIGLO XII”



Charla acompañada con música, a cargo de IVÁN DANIEL VALENZUELA, sobre la poesía hebrea y árabe y los temas tratados por sus más importantes exponentes. Música a cargo de JORGE CAMELO.

Miércoles Julio 18

GALA ESPECIAL DE CIERRE DEL CICLO: RECITAL DE POESÍA Y MÚSICA, “VELO DEL DESEO, PRECIO DE LOS CUERPOS: 70 AÑOS DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA”




Recital de poesía y música en homenaje a los poetas de la Generación del 27 en España, con la participación del Grupo CLAVE DE TIEMPO BVe(r)sos y Trovas, integrado por SUSANA BORDA y CARLOS CAZAGEMA.


Las tertulias se realizan TODOS LOS MIÉRCOLES A LAS 7:00 P.M. La entrada es libre y el público puede participar con sus opiniones y comentarios, e incluso con la organización de una tertulia previa concertación de la fecha con los coordinadores.

Programación de Escafandra PRIMER CICLO DE TERTULIAS 2007

Tercer ciclo de Veladas Literarias
“ENCUENTROS A MEDIA VOZ”
Café Teatro Cádiz
Corporación Artística y Literaria Escafandra


“La poesía
es la ruptura instantánea
instantáneamente cicatrizada
abierta de nuevo
por la mirada de los otros”

OCTAVIO PAZ


El Grupo Literario Escafandra vuelve este 2007 con más poesía, sentimiento, evocaciones, homenajes y música para compartir con todos los amantes del arte y los encuentros a media voz. Aquí está la programación de nuestras tertulias para el Primer Trimestre del 2007. Ahora, iniciaremos un viaje por nuevos autores a través de la proyección de varias entrevistas realizadas en su mayoría hace ya 30 años , acompañada de buena música, buen vino y como siempre, de sus obras, sus poemas y sus anécdotas…

Miércoles Enero 24
OCTAVIO PAZ: PÁJARO INVISIBLE QUE SE DELATA POR EL COLOR DE SU CANTO

PROYECCIÓN: ENTREVISTA A OCTAVIO PAZ EN EL PROGRAMA “A FONDO” de Radio Televisión Española (1977)
FORO con el público sobre su obra moderado por FERNANDO VARGAS V.


Miércoles Enero 31
JUAN RULFO: VIENTO QUE ARRASTRA HOJAS EN UN LUGAR SIN ÁRBOLES
PROYECCIÓN: ENTREVISTA A JUAN RULFO EN EL PROGRAMA “A FONDO” de Radio Televisión Española (1977)
FORO con el público sobre su obra moderado por FERNANDO CELY


Miércoles Febrero 7
JULIO CORTÁZAR: AQUEL QUE APRENDIÓ A TENER LAS CEJAS QUE OTRO LE DIBUJABA

PROYECCIÓN: ENTREVISTA A JULIO CORTÁZAR EN EL PROGRAMA “A FONDO” de Radio Televisión Española (1977)
FORO con el público sobre su obra moderado por MARTHA DÁVILA y ANDRÉS LIZARAZO.


Miércoles Febrero 14
JORGE LUIS BORGES: LA MEMORIA Y EL OLVIDO ENTRETEJEN UNA FÁBULA DE OTRO REY MUERTO Y DE SU SOMBRA.

PROYECCIÓN: ENTREVISTA A JORGE LUIS BORGES EN EL PROGRAMA “A FONDO” de Radio Televisión Española (1980)
FORO con el público sobre su obra moderado por DIEGO GRUESO


Miércoles Febrero 21
ALEJO CARPENTIER: SOBRE UNA REVOLUCIÓN QUE TAMBIÉN FUE SUYA, OLVIDADA DE TINIEBLAS.

PROYECCIÓN: ENTREVISTA A ALEJO CARPENTIER EN EL PROGRAMA “A FONDO” de Radio Televisión Española (1977)
FORO con el público sobre su obra moderado por FERNANDO VARGAS V. y JAVIER NEIRA.


Miércoles Febrero 28
ROBERTO BOLAÑO: LA LLUVIA QUE TODO LO LAVA MENOS LA MEMORIA Y LA RAZÓN.

PROYECCIÓN: ENTREVISTA A ROBERTO BOLAÑO EN EL PROGRAMA “LA BELLEZA DE PENSAR” (1999)
FORO con el público sobre su obra moderado por NÉSTOR CARO.


Miércoles Marzo 7
GALA ESPECIAL DEL MES CON:
FERNANDO SOTO APARICIO
El maestro FERNANDO SOTO APARICIO, compartirá con nosotros fragmentos de sus obras más conocidas y algunos de sus poemas más íntimos.

Miércoles Marzo 14
TERTULIA: COMPOSITORES COLOMBIANOS: EN EL PAÍS DEL ARPA CRUZA UN RÍO GIMIENDO AMOR
Charla con el poeta FERNANDO CELY sobre la lírica de la música colombiana y sus más reconocidos compositores, con muestra musical especial.


Miércoles Marzo 21
TERTULIA: PORFIRIO BARBA JACOB: PORQUE LA POESÍA ES PENSAMIENTO DIVINO HECHO MELODÍA HUMANA

Charla con DIEGO GRUESO sobre la vida y obra de este gran poeta colombiano, acompañado de una sesión especial de música relacionada con los temas de su poética.

Miércoles Marzo 28
TERTULIA: LEOPOLDO MARECHAL Y SU “ADAN BUYENOSAYRES”: FUNDACIÓN DE LA NOVELA POÉTICA

Videoproyección y charla con FERNANDO VARGAS V. sobre el libro “ADÁN BUENOSAYRES” de Leopoldo Marechal y su relación con grandes novelas heterodoxas como “NIEBLA”, “LOS SIETE LOCOS”, “RAYUELA”, “PARADISO” y “LOS DETECTIVES SALVAJES”.

Miércoles Abril 4
GALA ESPECIAL DEL MES CON:
MARTÍN VIDART NOVO

El reconocido literato uruguayo, MARTIN VIDART NOVO, compartirá con nosotros una charla sobre el NACIMIENTO DE LA NOVELA.

Miércoles Abril 11
TERTULIA: NICANOR PARRA EL HOMBRE QUE BAJÓ A LOS POETAS DEL OLIMPO

Charla-homenaje sobre NICANOR PARRA y su propuesta de la ANTI-POESÍA, a cargo de EDWIN GARCÍA y NÉSTOR CARO.
* * *
Las tertulias se realizan TODOS LOS MIÉRCOLES A LAS 7:00 P.M. en el Café del teatro Cádiz. La entrada es libre y el público puede participar con sus opiniones y comentarios, e incluso con la organización de una tertulia previa concertación de la fecha con los coordinadores.

EL TEATRO CÁDIZ SE ENCUENTRA UBICADO EN MEDIO DEL CENTRO ANTONIO NARIÑO, CIUDADELA UBICADA FRENTE A CORFERIAS. SU ACCESO MÁS FÁCIL DE UBICAR ES LA PORTERÍA DEL CENTRO NARIÑO UBICADA JUSTO AL LADO DE OLIMPICA, FRENTE ALA RCO DE CORFERIAS.
Dirección: Calle 22C No. 39 – 80 CENTRO URBANO ANTONIO NARIÑO
BOGOTÁ - COLOMBIA.

PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LIBRO EN BOGOTÁ


PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO
Primer Encuentro Latinoamericano de la Literatura y la Cultura


PRESENTACIÓN


Se hace inminente la generación de un espacio de encuentro entre las distintas propuestas culturales y artísticas, que una gran variedad de grupos culturales, populares, editoriales y literarios, han planteado como una necesidad en distintos contextos.

Recuperando los espacios que permiten el encuentro intercultural entre grupos y propuestas, e insistiendo en la convocatoria a un lugar y a un tiempo de intercambio de iniciativas y de proyectos conjuntos, en defensa de la identidad cultural, del arte como posibilidad de transformación de la comunidad, de los procesos colectivos como puntos de resignificación y redignificación y de la literatura como expresión coherente con las necesidades humanas, el PRIMER FESTIVAL DEL LIBRO – PRIMER ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE LA LITERATURA Y LA CULTURA, se proyecta como una jornada de continua participación y de re-encuentro con la esencia de un FESTIVAL donde el arte, la literatura y el conocimiento son uno en una fiesta.

Actualmente, los escritores y artistas de las ciudades, de los barrios y de las comunidades en general, han realizado una labor digna de ser reconocida, toda vez que se han esforzado por acercar y establecer lazos íntimos entre la comunidad y los sectores populares y las expresiones culturales. A pesar de que en la mayoría de los casos no se tenga el respaldo de las grandes editoriales o de los espacios de alta publicidad, esta labor ha permitido evidenciar que la cultura hermana a los hombres, que la literatura construye la historia y que el rescate de lo vernáculo a través del arte, es el camino más urgente para salvaguardar el patrimonio intangible y la identidad de los pueblos.

Los países de América cuentan con procesos culturales y artísticos que le han otorgado su fuerza histórica. El rescate de la identidad americana a través del arte y la cultura, requiere de espacios donde los artistas, poetas, escritores, gestores y demás protagonistas de los procesos culturales, compartan sus experiencias con el público en general y principalmente con los sectores populares, abriendo un espacio en el que el libro, la obra de arte, los medios de expresión sean conocidos y apropiados por sus verdaderos inspiradores y destinatarios: los pueblos, las comunidades, los estudiantes, los maestros, el hombre común, de la ciudad y del campo.

Bogotá, entonces, dentro del marco de BOGOTÁ CAPITAL MUNDIAL DEL LIBRO, se convierte en un punto de contacto, en un lugar propicio para afianzar fuerzas, para desarrollar programas conjuntos, para establecer contactos editoriales, culturales y artísticos, para mostrar a la opinión pública, oficial y no oficial, la labor seria, ardua y comprometida de los distintos colectivos, grupos de trabajo y de gestión cultural y literaria, escritores y artistas con sus comunidades, sus obras y la construcción de un mundo posible a través de la imaginación

ORGANIZAN Y APOYAN

Corporación Artística y Literaria Escafandra, Teatro Cádiz, Fundación Cultural Jetón Ferro, Revista Cultural Somos – Libertad Bajo Palabra.

CONVOCATORIA
Es el momento de reunir en un mismo espacio varios de los proyectos, medios de comunicación y grupos que han liderado actividades comunitarias de gestión cultural. Para ello, se abre la convocatoria para asistir y participar en el PRIMER FESTIVAL INTERNACIONAL DEL LIBRO en Bogotá Colombia, donde se busca hacer de la lectura una fiesta, de la creación literaria y cultural un espacio de paz y de reconciliación y una oportunidad para afianzar proyectos comunitarios culturales a gran escala.

El espacio está abierto a todo proyecto de creación y difusión artística, teniendo como énfasis, todo proceso de reivindicación cultural de la identidad y el trabajo comunitario. Principalmente, la convocatoria está dirigida a medios de expresión y proyectos culturales alternativos, a grupos culturales que trabajan con sectores populares y marginados, a proyectos oficiales y privados de divulgación y promoción cultural, y de manera especial, a procesos de rescate de la identidad de la población INDÍGENA Y AFRODESCENDIENTE y a escritores y artistas independientes.

Para concretar la participación de las personas y colectivos culturales, artísticos y literarios que se convocan, se tienen las siguientes actividades:

ACTIVIDADES Y FORMAS DE PARTICIPACIÓN.

FESTIVAL DEL LIBRO.
Espacio reservado para la comercialización de libros nuevos, usados, raros y antiguos, con precios y tarifas especiales, al igual que la apertura de kioscos para la divulgación del trabajo editorial de los grupos y medios de comunicación participantes, generándose un espacio especial para la exposición de las obras de los escritores que son sus propios editores y artistas independientes; para periódicos, revistas, y en general, publicaciones comunitarias y de sectores gremiales y populares; para Universidades y establecimientos educativos; para regiones, instituciones y países; para comunicación vía Internet con conferencistas internacionales y para la zona exclusiva de TRUEQUE de libros, obras artísticas, publicaciones y contactos interinstitucionales.

PROGRAMACIÓN ACADÉMICA – ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE LA LITERATURA Y LA CULTURA.
Comprende actividades académicas, didácticas y lúdicas como ponencias, recitales, conferencias, encuentros, conversatorios, presentaciones de publicaciones, coloquios, talleres de creación, lecturas compartidas y afines. que se realizarán en espacios cerrados y semi-abiertos como teatros, salas concertadas, salones comunales, auditorios e instituciones educativas. Dentro del marco del Encuentro Latinoamericano de la Literatura y de la Cultura, los grupos y artistas internacionales, indígenas y afrodescendientes invitados ofrecerán una programación especial para el público asistente.

PROGRAMACIÓN CULTURAL ALTERNA.
Bloque de actividades artísticas como presentaciones de grupos musicales, comparsas, grupos de teatro, danza, títeres, artes plásticas y afines. Que alternarán continuamente en el espacio físico del Festival del Libro y en la Programación Académica, que serán las zonas para la difusión de su trabajo y la interacción directa con el público asistente.

MEMORIAS DEL FESTIVAL.
Del festival se editará una publicación con reseñas de los grupos invitados, aportes escritos y gráficos de los mismos, crónica de las actividades, entrevistas y demás expresiones que constituyen el testimonio escrito del Festival y del Encuentro.


FECHA DE REALIZACIÓN DEL EVENTO
Del 26 al 30 de Abril (Sujeta a modificación).

ESPACIOS FÍSICOS DEL FESTIVAL

ZONA DE INTERCAMBIO.
Exposición de libreros, grupos artísticos, editoriales e institucionales, casas regionales y medios alternativos que exponen obras y servicios y ofrecen a la venta publicaciones y muestras de trabajo. Incluye la Zona de Trueque, exclusiva para intercambio material de libros, publicaciones, obras y proyectos interinstitucionales.

ZONA DE PROMOCIÓN Y DE INTERCAMBIO ENTRE NUEVOS ESCRITORES, ESCRITORES-EDITORES.
Espacio exclusivo para que los escritores, editores y grupos artísticos establezcan contactos para la realización de actividades conjuntas.

ZONA DE EXPRESIÓN ETNICA Y DE INVITADOS ESPECIALES.
Zona exclusiva para la promoción de los invitados de honor del Encuentro: Literatura Afrocolombiana, Literatura Indígena, Literatura Latinoamericana.

ZONA PEDAGÓGICA.
Zona de exposición de proyectos universitarios estudiantiles, instituciones y entidades educativas oficiales y privadas, editoriales universitarias y del sector de la educación.

ZONA DE ACTIVIDADES ARTÍSTICAS.
Espacio abierto ubicado en distintos puntos del Festival, para la realización de las actividades culturales y artísticas.

LUGAR DE REALIZACIÓN DEL EVENTO:

Sede Principal: Teatro Cádiz. Calle 22 C No. 39 – 80.
Sedes Alternas: Salas de Teatro de la Localidad de Teusaquillo, Universidades, Colegios, Salones Comunales y Casas Regionales. Bogotá. Colombia

REQUERIMENTOS DE PARTICIPACIÓN


ESCRITORES Y GRUPOS LITERARIOS.

1. Diligenciar el formato de Inscripción y reenviarlo a la Organización, vía mail o por otra vía expedita.

2. Especificar la (s) Zona (s) y el Bloque (s) de Actividades en los que se desea participar.

3. Ofrecer en el marco del evento una actividad académica, ya sea: PONENCIA o CONFERENCIA, RECITAL, COLOQUIO, PRESENTACIÓN DE LIBROS y afines, bajo las siguientes pautas:

a. DURACIÓN DE LA ACTIVIDAD: Mínimo treinta (30) minutos, máximo Una Hora y quince minutos (1, 15).

b. EXTENSIÓN DE LOS TEXTOS: Máximo veinte cuartillas a doble espacio, Fuente Arial 12, márgenes de tres (3) centímetros.

4. Enviar previamente en soporte magnético a la Organización del festival, para efecto de aparecer en las MEMORIAS DEL FESTIVAL, el texto de la Ponencia o Conferencia o en su defecto, una reunión de textos (poesía, cuento, ensayo, etc.) de los integrantes del Grupo Literario o de la propia autoría junto con una breve reseña bio-bibliográfica; una reseña completa (ojalá literaria) de la obra u obras a presentarse en el Festival. En el caso del Coloquio, un escrito de síntesis del mismo o de textos de los invitados al que estén vinculados con el tema a tratar. Nota: Es importante que los textos a enviarse no se encuentre comprometidos en editoriales o publicaciones.

5. Confirmar con antelación la cancelación de la participación y de la actividad, en caso de imposibilidad de asistencia.


GRUPOS CULTURALES Y ARTÍSTICOS.

1. Diligenciar el formato de Inscripción y reenviarlo a la Organización, vía mail o por otra vía expedita.

6. Especificar la (s) Zona (s) y el Bloque (s) de Actividades en los que se desea participar.

2. Ofrecer en el marco del evento al menos una actividad o presentación, bajo las siguientes pautas:

a. DURACIÓN DE LA ACTIVIDAD: Mínimo treinta (30) minutos, máximo Una hora y treinta minutos (1,30 Horas).

b. Especificar si es en Espacio Abierto o Cerrado

3. Hacer un listado pormenorizado de los integrantes del grupo y de los requerimientos técnicos y logísticos necesarios para cada presentación, al igual que de los elementos que aportará el grupo para el efecto, al momento mismo de la inscripción y entregar dicho Listado a la Organización del Festival.

4. Enviar previamente en soporte magnético a la Organización del festival, para efecto de aparecer en las MEMORIAS DEL FESTIVAL, una muestra de sus actividades (ya sea un video, un CD, un texto, una reseña, etc.).

5. Confirmar con antelación la cancelación de la participación y de la actividad, en caso de imposibilidad de asistencia.


ES INDISPENSABLE DILIGENCIAR LOS FORMATOS DE INSCRIPCION, PARA EFECTOS DE CONFIRMAR LA PROGRAMACIÓN DEL FESTIVAL QUE PRONTO SERÁ DIVULGADA EN SU TOTALIDAD
(Se bajan en las siguientes direcciones electrónicas
http://www.mundoculturalhispano.com/spip/IMG/Requerimentos.pdf)

MAYORES INFORMES:
E-Mail: grupoliterarioescafandra@hotmail.com, festivalinternacionaldellibro@gmail.com
Calle 22C No. 39 – 80 Bloque B4 Oficina 701.
Teléfono. 2 691354
BOGOTÁ D.C.

PRESENTACIÓN


BOGOTÁ, COLOMBIA.
ESCAFANDRA.




Entramos en una era de postergaciones. Los hombres, señores de la historia, dan el salto hacia una nueva vida. Pero lo dan con la timidez de aquel que se sabe heredero de algo que sobrepasa los límites de la muerte.

Este mundo también, se ha dejado penetrar por aires hostiles. Por suspiros aciagos. Por transgresiones del fuego. Por instantes de persecución. Sólo nos quedan las huestes de los combates circulares, la histeria de los nuevos paisajes. Un aire limpio de sombras. Encontrar la verdadera vida, que, como dijo Rimbaud, aun está en otra parte.

Sólo nos quedan estas viejas cruzadas de hombres y mujeres que aman la tierra para alcanzar el cielo. Estos habitantes de la isla que aman la sangre, que la aglutinan en columnas abismadas y polígrafos para una nueva tierra. Contamos con nuestros versos, duramente humanos, salvajemente libres, con nuestros palabras adheridas al caos de nuestra desesperanza y de nuestra sed de infinito, silabas apenas pronunciadas que han entretejido el urdimbre de un traje que nos permitirá respirar en estos ambientes adversos donde el más odiado de todos es el que vuela.

Nuestra escafandra es, ante todo, una casa. Una pared con tantas puertas como individualidades. Una explosión de radicales formas de complicidad.
Nuestro albergue, diminuta explosión en el intrépido instante de las resurrecciones y de los alegatos, abre sus ventanas para que su aire contamine los excesos de luz de nuestros tiempos, para que la oscuridad nueva rompa cadenas de soledad e indiferencia.

Nuestra Escafandra es ese verso que se nos cuela entre los dedos hasta desangrarnos en medio de la risa y la memoria.

Sus escotillas y accesos son infinitos. Se han trenzado en medio de la lluvia y de las ciudades babilónicas. Aceptan a todo aquel que quiera RESPIRAR.
A todo aquel que entregue su vida en un verso.

A todo aquel que ha entendido que la poesía es ese indagar nuevos horizontes para el hombre y para su espíritu transeúnte.

A todo aquel que alguna vez ha pensado que sus ojos, sus manos, su sexo, su blando corazón había que inventarlos otra vez.

A todo aquel que ha roto su reloj-pulsera en un acto de solidaridad con su muñeca.

A todo aquel que ha deseado un mundo fantástico en el que todos puedan devorarse el aire con los ojos.

Escafandra es el traje de varios soñadores. Es un campo minado de heterodoxos. De aquellos que han aceptado que la poesía es origen de otras realidades que dan respuesta.

De los que siempre han de estar ebrios (para no ser más los esclavos martirizados del tiempo).

Escafandra se pretende vendimia de cronopios.

* * *

Compartimos con todos ustedes, una serie de homenajes que hemos realizado a lo largo de este año, en veladas poéticas y musicales que han tenido lugar todos los miércoles en la noche, en un lugar mágico de la ciudad de Bogotá, Colombia, llamado Teatro Cádiz…

A LOS HOMBRES QUE ENTREABRIERON LA LUZ DE LA RESISTENCIA.




POR: FERNANDO VARGAS VALENCIA




“Luchamos por fijar nuestro anhelo,
Como si hubiera alguien, más fuerte que nosotros,
Que tuviera en memoria nuestro olvido”.
LUIS CERNUDA. Himno a la Tristeza.

“Al poeta no le es dado pensar fuera del tiempo porque piensa su propia vida, que no es, fuera del tiempo, absolutamente nada”.
ANTONIO MACHADO. Soledades.

“Llevaba en sus manos, no para vencer, sino para morir en la horca, dos armas, el amor y la libertad: dos puñales que se clavaban constantemente en su propio corazón”.
FEDERICO GARCÍA LORCA. Mariana Pinedo.



Pan y cebolla resumían las contracciones de las entrañas hechas de luz. Pero la época, estúpida y cerrada, tartamuda y absurda, sellaba sus pactos con la muerte: la oscuridad llamada fascismo, llamada falangismo, llamada Franco, llamada imbecilidad hasta el límite del hambre, llamada ignorancia, miseria, barbarie, ejes y ruedas clavadas en el vientre de las madres, trozos de alambre y vidrio atravesando los sexos de los adolescentes rojos y blancos, esos adolescentes que en cualquier época sólo saben de esa liberación llamada cuerpo, llamada amor, llamada teta, llamada luna, y que en esta, en esta macabra secuencia de risas y escupitajos, sólo sabían de la soledad y de la ausencia. Era así: España, la señora regordeta que tanto jugueteaba a la razón y a la opulencia; esa señora de oro viejo, de oro hurtado en la esquizofrénica secuencia del siglo de las luces, ahora tan sola, tan poco victoriosa, tan desamparada de sus Quevedos, Góngoras, Garcilazos y tantos otros duendes, tan boca ensangrentada, tan puñetazo de sargento, tan fusiles alzados del hombre contra el hombre, tan pájaro muerto en la acera, tan pájaro que asusta a los gatos, tan silencio marcial de militares chancrosos hablando del pecado y las buenas costumbres, mientras se erectan ante una imagen de la Virgen Milagrosa.

Bajo el yugo de la oscuridad, tan de ojos cerrados y ciegos, había videntes, había la poesía, frontera de los besos y del mañana, porvenir de la patria hecha y desecha en dictaduras de dientes y armas, allí el bueno de Miguel queriendo tener a su hijo-caballo en sus brazos-galope, allí Miguel y su tuberculosis que es una luna en el pecho, esa sonrisa de pájaro averiado por los golpes del sargento, allí Miguel, ángel regordete que llora ante la inutilidad de tener ojos en medio de tanta niebla, el bueno de Hernández alzando vuelos con su pluma rota que hizo del estiércol tinta y de las paredes de la prisión militar, un libro de exageradas maravillas. Allí la mujer morena que tuvo que abandonar porque así quisieron los militares: “si, señor Hernández, comunista de mierda, rojo hijo deputa, venga díganos en la cara esas cosas raras que escribe en sus poemas, será que no nos hemos dado cuenta: usted usa palabras prohibidas, como libertad, como amor, como futuro”, sinécdoque del tirano y sus esbirros, y allí la cárcel, Miguel, allí el gitano odiando su estoicismo: para qué cristo, señora, si no hemos sido redimidos, si el señor Franco quiere jugar con nuestras cabezas, señor de la miseria, tiniebla derrotada por la luz de los poemas.

La luz, la verdadera imagen del provenir en los versos de Miguel. Palabras que sólo cerraban el pacto de los verdaderos héroes, de aquellos que fueron los más bellos, “los que vencieron con su gran derrota”, como escribiría Juan Gelmann. Y un hombre que no dudó ni un segundo en buscar la vida en ese continente sedoso y dulce que es la América toda, allí Rafael Alberti buscando su puerto en el sur, buscando la luz en nuestras tierras, que sin rencor, antes bien con la madurez americana de la que hablan nuestros duendes bondadosos, protegió al poeta de la serpiente venenosa. Allí Martí, allí Rubén Darío, amantes amados por los poetas liberados en su prisión hecha de ruedas y tornillos. Allí Nicolás Guillén diciéndole a Federico, a Luis y a Rafael: ¡vengan hermanos, venga la poesía que ella será la victoriosa, a pesar de tanta sangre, de tanta luz disipada! Allí Pablo Neruda gritando desde su Isla que nuestros hombres prometidos jamás morirán, aunque la Gran ramera fascista se crea victoriosa contando sus muertos de carne, en estos versos dedicados a Miguel Hernández:

“No estoy solo desde que has muerto.
Estoy con los que te buscan.
Estoy con los que un día llegaran a vengarte.
Tú reconocerás mis pasos entre aquellos
que se despenaran sobre el pecho de España
aplastando a Caín para que nos devuelva
los rostros enterrados.
Que sepan los que te mataron
que pagaran con sangre.
Que sepan los que te dieron tormento
que me verán un día.
Que sepan los malditos
que hoy incluyen tu nombre
en sus libros, los Damasos,
los Gerardos, los hijos de perra,
silenciosos cómplices del verdugo,
que no será borrado tu martirio, y tu muerte

caerá sobre toda su luna de cobardes”.


La luz de Rafael que se hace viejo con el dolor de patria hartándole las venas de los brazos; la de Luis Cernuda hablándole al oído a la Torre de Babel en la desolación de las quimeras. Allí la búsqueda que se traduce en poetas que quieren borrar esa mácula de sangre llamada Guerra Civil Española, llamada Colonia, llamada Campo de Concentración, llamada Capitalismo. Allí Rafael convertido en Camilo Cienfuegos; aquí Federico de carne y hueso fusilado pero renacido en los ojos de Ernesto Guevara. Aquí la hermandad de la patria magna, dándole de beber agua de sus ríos a los poetas de España, rotos hasta el límite del parto. Maíz y cebollas, escarcha y Dios haciéndose el ciego, ese Dios enfermo que le permitió escribir a César Vallejo, estas palabras de aliento supramundano a los prisioneros del torturador:

“¡Constructores
agrícolas, civiles y guerreros,
de la activa, hormigueante eternidad: estaba escrito
que vosotros haríais la luz, entornando
con la muerte vuestros ojos;
que, a la caída cruel de vuestras bocas,
vendrá en siete bandejas la abundancia, todo
en el mundo será de oro súbito
y el oro,
fabulosos mendigos de vuestra propia secreción de sangre,
y el oro mismo será entonces de oro!

¡Se amarán todos los hombres
y comerán tomados de la puntas de vuestros pañuelos tristes
y beberán en nombre
de vuestras gargantas infaustas!
Descansarán andando al pie de esta carrera,
sollozarán pensando en vuestras órbitas, venturosas
serán y al son
de vuestro atroz retorno, florecido, innato,
ajustarán mañana su quehaceres, sus figuras soñadas y cantadas!””.

Allí el cáliz del fascismo, partido de los tarados y los idiotas, partido de los inservibles, de los macabros, de los puros que son pura mierda, allí Federico y su camisa roja de amor y de silencio. Allí la lucidez alucinada y bella de los cantores de la república sin fronteras, esa lucidez que la tortura y la barbarie no pudieron disipar, que la memoria trazó en surcos de tiempo, lucidez emancipadora del espíritu del hombre que fue imagen, era y grito. Allí ese duende hermoso llamado Federico, vagando por la Huerta de San Vicente con un rumbo fijo: el futuro. Esa palabra tan peligrosa, ese terrible delito de llamarse Federico, allí el pelotón de fusilamiento, “usted es un peligro para la patria, usted y sus versos que no entendemos, lo que nos hace sospechar de ellos”, dice el sargento, pensando “este García Lorca, cuyo verso me permitió enamorar a una muchacha en otro tiempo, venirse a volver rojo”, etc.

Federico, secuencia de los que construyen la historia desde “la mano cerrada del caído”, desde “las pupilas fijas de los enterrados”, de los que son la verdad, oculta y machucada, de la luz que se ignora, luz sin noticia pero viva, resplandeciente en la poesía liberada, en el compromiso vital de la poesía. Esa Luz fustigada de quienes la ganaron en su condición de feroces, condenados y despreciados, los que lucharon por ella, combatieron con sus manos de labranza y arado, de canto, guitarra y verso, de gritos de parto cuya sangre purifica esta tierra maldecida que es toda la tierra, que es España y Angola, que es Irlanda del Norte y Cuba, que es Colombia y Perú, todas tierras maldecidas e invadidas por dioses corruptos. Federico, poeta que narra sus victorias desde las entrañas del monstruo. Federico hermoso y gigante, amigo de las alondras y de los panderos, tú has elevado tu nombre poético y le has dado nuevas formas. Federico: tú llevabas un lirio y tenías fiebre en tus ojos, y como murmuró a tiempo Guillén: “el lirio se tornó sangre, la sangre tornóse muerte”. Federico: tu sangre, heredera de la de don Antonio, resume nuestro sacrificio hacia la victoria. Don Antonio, maestro tuyo que veía en los ojos de su niña rubia, el silencio de la patria golpeada y vituperada, ese Antonio silencioso que sabe que caíste muerto, pero al fin vivo, como el Cristo de los Gitanos, como lo diría, desde otro tiempo y bajo otro credo, el bueno de Vinicius de Moraes en los siguientes versos:

“Era él, era Federico
mi poeta muy amado
a un muro de piedra seca
como un fantasma pegado
Lo llamé: ¡García Lorca!
Pero ya no oía nada
Horror de muerte precoz
Sobre la cara estampada…
Verme sí, él me veía
Porque en sus ojos había
Una luz disimulada”.

Somos los quijotes que soñaron la posibilidad de ser mejores porque “una eterna criatura está naciendo de la esperanza de un mundo en libertad”, en palabras de Vinicius. Esa criatura nueva hizo grande vuestro sacrificio, vuestra ofrenda. Eso nos hace invencibles, a pesar de que el general dé sus partes coyunturales de falsa victoria. Federico, Luis, Rafael, Miguel: elegidos, los que no caben en la muerte, porque la muerte es un ser inventado por los pobres de espíritu, por el cura y el teniente, que beben la sangre de cristo con sed de sangre del pueblo. Federico y Miguel: pájaros inmolados y perfectos, alas multicolores que respaldan nuestro desgarro. En vuestro nombre, yo grito las palabras de uno de vosotros, Rafael Alberti, a los idiotas cuya voluntad sigue reinando:

“Monstruos, retroceded,
cuchillas, herramientas
para la destrucción,
máquinas infernales,
atrás, atrás, hundíos
en los tristes cerebros que os parieron”

En vuestro nombre, Nicolás Guillén os invocaba, como seres del provenir, como emisarios de la flor del nuevo día, abierta por las manos del humilde:

“Yo os grito con grito de hombre libre que os acompañaré, camaradas;
que iré marcando el paso con vosotros,
simple y alegre,
puro, tranquilo y fuerte,
con mi cabeza crespa y mi pecho moreno,
para cambiar unidos las cintas trepidantes de vuestras ametralladoras,
y para arrastrarme, con el aliento suspendido,
allí, junto a vosotros,
allí, donde ahora estáis, donde estaremos,
fabricando bajo un cielo ardoroso agujereado por la metralla,
otra vida sencilla y ancha,
limpia, sencilla y ancha,
alta, limpia, sencilla y ancha,
sonora de nuestra voz inevitable!”

Hay una isla hecha de leprosos y cadáveres. A lo lejos un faro: la poesía, que es arma, que es compromiso con el hombre, que es hambre, búsqueda, exigencia, grito de libertad, de esa fatalidad de ese único signo del hombre que es la libertad. Porque sin ella no seríamos ni más felices ni mejores: solamente no seríamos hombres. La muerte es un fallo en la memoria: es el disparo final hacía la dignidad. Hay dignidad en vuestras memorias, hombres de corazón humilde y puño impostergable. Vuestros cuerpos son armarios que dejan salir la victoria del buen morir que es preferible “a vivir en el engaño”, porque “nada importa morirse al cabo, pues morir no es tan gran suceso; muchísimo peor que eso es estar vivo y ser esclavo”, en palabras de Nicolás Guillén.

Para ti Federico, son estas palabras. Para ti Miguel, para ti Rafael, para ti Luis Cernuda, exiliado y errabundo por el orbe, buscando tu casa andaluza en la nostalgia de la Grecia contemplativa, de la fugacidad de la Belleza. La América está silenciosa ante la incertidumbre de Calderón, de Cervantes, de Goya. La América se avergüenza de no haber seguido tu ejemplo de dignidad y de haberse llamado Videla, Somoza, Pinochet, Uribe. Pero la fuerza trashumante de tus héroes, de los poetas que apuntaron su ploma hacía el porvenir, también nos ha permitido llamarnos Fidel, Salvador, Hugo, Evo. ¡La victoria es la de la luz, hermanos de la vida, la victoria es la sonrisa de los niños amamantados por las nanas de las cebollas, son esos niños que en su dignidad no se asustaron ante los lápices sin punta y buscaron a la madre España caída… la victoria es el hombre que le recita a la luna sus versos gitanos, es el grito de sabiduría en la boca del Chamán, es la poesía escrita desde las entrañas mismas del hombre, donde toda oscuridad es promesa de luz, donde la poesía es universo posible y donde por fin podamos estar vivos!


Vuestras muertes muchas vidas han traído. Donde se oculta el criminal, vuestros nombres brindan al hombre muchos nombres. Nuestro fuego no se extingue en vuestras palabras, escritas por alas incendiadas .Cantad, hermanos vivos y trascendentes. Que el tirano está amanerad por sus propias manos. ¡¡¡¡Cantad poetas, porque la memoria es también un parte de Victoria!!!!

CHILE: POESÍA BROTANDO DESDE LA TIERRA






POR: MARTHA CAROLINA DÁVILA









El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro: Un constructor de puertas y ventanas

Nicanor Parra
(Manifiesto)




Se alzó al sur del continente una voz que inventó a Latinoamérica, que trajo desde los terrenos del olvido la sencillez y la belleza de una tierra que cuenta la tristeza de quienes la han habitado y deshabitado. Desde un pueblito (Temuco) un pequeño, a escondidas de su padre, seguía los lamentos que venían del bosque, la historia de las noches muertas, de los indígenas marcados por la nostalgia de un paraíso arrebatado. Hablaron por ese niño las montañas, los valles, los ríos, el campo y el hombre que lo trabaja. Todos habían olvidado las tinieblas bautismales del Orinoco y los grandes troncos muertos que pueblan de perfume al Amazonas. Todos habían olvidado tanta sangre inundando los caminos, tantas lágrimas alimentando los ríos. En cada rincón del continente alguien lloraba, una madre quería amamantar a sus hijos, un indio caminaba buscando un lugar para descansar sus pies, un enfermo rogaba por una cama donde pudiese morir. Estaba el pueblo latinoamericano sufriendo y en medio del silencio sufría en soledad. Pablo trajo hasta nosotros la tristeza que dormía en nuestras selvas, Pablo encontró nuestras raíces, habíamos perdido nuestros antepasados, nuestra memoria se debatía entre la inutilidad y la mentira y Pablo gritó “América”.

Si el poema puede crear, si es dador de vida e inventor de realidades, Pablo Neruda creó nuestro continente, nos devolvió la fe en el pasado, nos invitó a llorar a nuestros muertos. Nos dijo que no eran nuestras lágrimas las únicas que brotaban ante tanta soledad, ante tanta miseria y pequeños difuntos, si la poesía tiene alguna función, si realmente es transformadora, la poesía de Neruda transformó un pueblo que estaba sólo, perdido y sin historia en una familia. Construyó un mundo en el que el amanecer es un regalo que se alza con la promesa de tierras para trabajar, de tardes bañadas de perfumes frutales, de música al calor del fuego, un mundo en el que hombre se hermana con el hombre, en el que el hombre se hermana con la naturaleza…

Pero háblame, Bío Bío,
son tus palabras en mi boca
las que resbalan, tu me diste
el lenguaje, el canto nocturno
mezclado con lluvia y follaje.
Tu, sin que nadie mirara a un niño
me contaste el amanecer
de la tierra, la poderosa
Paz de tu reino, el hacha enterrada
Con un ramo de flechas muertas
lo que las hijas del canelo
en mil años te relataron
Y luego te vi entregarte al mar
Dividido en bocas y senos
ancho y florido murmurando
Una historia color de sangre.

Pablo Neruda
Canto General



Nuestra historia es escarlata, nuestras muertes a destiempo inundan las venas de América. Asomarnos a la ventana incorpora el riesgo de ver cadáveres apilados, hombres con las manos ajadas de trabajar de amanecer a ocaso sin tiempo de preguntarse en qué momento el río dejó de ser su río, y la casa su casa. Un hombre despierta, hay una aurora que le trae la conciencia de su condición, que le recuerda las largas noches en las que le hablaban las estrellas, en las que la música del río arrullaba sus hijos. El hombre, envuelto en su poncho se queda callado, muy quieto y logra escuchar al viento susurrando:






Sube a nacer conmigo, hermano.



Dame la mano desde la profunda



zona de tu dolor diseminado.



No volverás del fondo de las rocas.



No volverás del tiempo subterráneo.



No volverá tu voz endurecida.



No volverán tus ojos taladrados.



Mírame desde el fondo de la tierra,



labrador, tejedor,



pastor callado domador de guanacos tutelares



albañil del andamio desafiado



aguador de las lágrimas andinas



joyero de los dedos machacados



agricultor temblando en la semilla



alfarero en tu greda derramado



traed a la copa de esta nueva vida



vuestros viejos dolores enterrados.



Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,



decidme: aquí fui castigado,



porque la joya no brilló o la tierra



no entregó a tiempo la piedra o el grano:



señaladme la piedra en que caísteis



y la madera en que os crucificaron,



encendedme los viejos pedernales,



las viejas lámparas, los látigos pegados



a través de los siglos en las llagas,



y las hachas de brillo ensangrentado.



Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.



A través de la tierra juntad todos



los silenciosos labios derramados



y desde el fondo habladme toda esta larga noche



como si yo estuviera con vosotros anclado,



contadme todo, cadena a cadena,



eslabón a eslabón, y paso a paso,



afilad los cuchillos que guardasteis,



ponedlos en mi pecho y en mi mano,



como un río de rayos amarillos,



como un río de tigres enterrados,



y dejadme llorar, horas, días, años,



edades ciegas, siglos estelares.



Dadme el silencio, el agua, la esperanza.



Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.



Apegadme los cuerpos como imanes.



Acudid a mis venas y a mi boca,



Hablad por mis palabras y mi sangre



Pablo Neruda
Canto General
Alturas de Machu Pichu XII




Una mujer recorre los cerezos, de sus senos brota la leche que saciará a los hombres, esta mujer cuyo cuerpo es el mundo, esta mujer poblada de cordilleras y lagos, encarna la reconciliación del hombre olvidado, en sus ojos pelean las llamas del crepúsculo y las palabras del poeta llueven acariciándola. Cuánta tristeza anida en el alma de los hombres, cuanta soledad golpea su silencio, sólo quedan las palabras, el testimonio ferviente de aquel que entiende el sino del ser humano, las llagas que no se curan pero pueden compartirse, pero pueden nombrarse como lo hace Gonzalo Rojas:




DESOCUPADO LECTOR



A Julio Fermoso.




Cumplo con informar a usted que últimamente todo es herida: la muchacha es herida, el olor



a su hermosura es herida, las grandes aves negras, la inmediatez



de lo real y lo irreal tramados en el fulgor de un mismo espejo



gemidor es herida, el siete, el tres, todo, cualquiera de estos números de la danza es



herida, la barca



del encantamiento con Maimónides al timón es herida, aquel



diciembre 20 que me cortaron de mi madre



es herida, el sol es herida, Nuestro Señor



sentado ahí entre los mendigos con esa túnica irreconocible por el cauterio del



psicoanálisis es herida, el



Quijote



a secas es herida, el ventarrón



abierto del Golfo contra la roca alta es



herida, serpiente



horadante del Principio, mar



y más mar de un lado a otro, Kierkegaard y



más Kierkegaard, taladro



y por añadidura herida; la



preñez en cuanto preñez en la preciosidad de su copa es



herida, el ocio



del viejo río intacto donde duermen inmóviles los mismos peces



velocísimos es herida, la Poesía



grabada a fuego en los microsurcos de mi cerebro de niño es herida, el hueco



de 1.67 justo en metros de rey es herida, el éxtasis



de estar aquí hablando solo en lo bellísimo de este pensamiento de



nieve es



herida, la evaporación



de la fecha de mármol con el padre adentro



bajo los claveles es



herida, el carrusel



pintarrajeado que fluye y fluye como otro río de polvo y otras



máscaras



que vi en Pekín colgando en la vieja calle de Cha Ta–lá



cuya identidad comercial de 2.500 años de droga y ataúdes rientes



no se discute, es



herida; la cama en fin



que allí compré, con dos espejos para navegar, es herida,



la



perversión



de la palabra nadie que sopla desde las galaxias es herida, el Mundo



antes y después de los Urales es



herida, la hilera



de líneas sin ocurrencia de esta visión



sin resurrección es herida. Cumplo



entonces con informar a usted que últimamente todo es herida.


Palabras que hermanan ante la fatalidad de la ausencia. Palabras que acompañan cuando “Tu también estas lejos, ah más lejos que nadie./ Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,/ enterrando lámparas”. Palabras que “Antes que tú poblaron la soledad que ocupas/ y están acostumbradas más que tú a mi tristeza. Palabras que “ahora quiero que digan lo que quiero decirte/ para que tú las oigas como quiero que me oigas”.

DE PATRIAS ROTAS Y CIELOS DE ARMIÑO, TAPIZADOS DE VOCES QUE A SU COLOMBIA CANTAN





POR: FERNANDO CELY HERRÁN




Hoy debo referirme a dos poetas que son sin duda, patrimonio de lo más prolífico de la poesía colombiana. Se trata de Eduardo Carranza y de León de Greiff. Me emociona contarles que a los dos bardos, en momentos distintos de mi ya lejana adolescencia, estreché sus manos y por unos segundos pude mirar a través de las profundas ventanas de sus ojos esa extraña pero impactante inmensidad…

En las dos oportunidades, se trató de muy breves instantes, pero que marcaron mi vida de manera significativa, al motivarme por conocer sobre sus obras.



EDUARDO CARRANZA.





En primera instancia, aparece don Eduardo Carranza ante mi ingenuidad, con un librito de esos que publicó Colcultura en su colección popular, con el número 112, con esos cabalísticos dígitos con sabor a emergencia, o a policía, o a un aparente salvamento.

En un bello poema que dedica a Gaitán Durán, llamado “El Olvidado”, me atrapa ese Carranza de las finas metáforas y me incita a recorrerlo. Luego intuyo que tanto rezago romántico no le deja olvidar esa tierra de sol que encegueció sus ojos tantas veces bajo el influjo del amor, o si no, escuchemos el poema “Arieta” en donde paisaje y amor se hermanan en amalgama, alquímica y genial:

En el país del arpa cruza un río
gimiendo amor

La lluvia viene del país del arpa
temblando de amor

La luna asoma por detrás del arpa,
la luna, ay, amor

La soledad, con sus cabellos sola
oye una canción

Tú estás dormida en el país del arpa
sonriendo al amor

Y el que en tu pecho late, tras el arpa
es mi corazón

Pasan las nubes del país del arpa
sobre nuestro amor

El viento trae del país del arpa,
amor, una flor

Sobre el hombro del arpa hay una rosa
de amor.

En “Los pasos cantados” descubrimos la introspección del hombre enajenado con el suave perfume del universo de los versos espontáneos y libres, dentro de una musicalidad que es como un baile rítmico y cadencioso que a pesar de la vida, clama esperas:

… Hemos amado a nuestra patria tanto
Como lengua mortal decir no pudo.
Y podemos mirar serenamente
y de frente los ojos de Colombia
llenos de aviones, ríos y batallas,
de campanarios, sueños y canciones,
de siglos, de doncellas, de navíos,
y a menudo también llenos de lágrimas.
La patria es nuestra hija cada día
y distraídamente acariciamos
su cabello y dejamos por sus sienes
una rosa y besamos su mirada.
Nuestra patria descalza con los pies
hundidos en los ríos amazónicos.
La patria es un deseo de llorar
y a veces un deseo de cantar.

Este juglar que desborda el amor de poro a poro, tiene también el tiempo para sentarse a escribirle a su patria en un Veinte de Julio, con la desazón del ciudadano inerme que ve correr los ríos de sangre y que para olvidarlo, estampa su firma de niño, niño que es él y su hijo al que le enseña a contemplar la bandera, desde los ojos de su patriota corazón.

Carranza canta con fuerza vital para lo largo y ancho de esa geografía que recorrió, siempre esperado y admirado. Su emoción quedó plasmada en versos que se bañan en el mar “de nácar y cristal” en Cartagena de Indias, en el entrañable Ibagué al que le reconoce: “Todo el sol está en tu casa”, en amoroso homenaje al otrora orgulloso Tolima Grande, en los Corocoras de su Llano Inmortal recorrido a lomo de nobles corceles, observando “el sol de los venados” entregándose a la tierra, mientras la luna va escalando en contraste, la dimensión de la tristeza.

Carranza es el gran hombre que ofrendado en el amor, es capaz de despedirse de las muchachas y de la primavera de la vida, en ese acto de inmolación al que conduce una existencia de plenitudes y nostalgias refundidas entre versos.


LEÓN DE GREIFF



Respecto a León de Greiff suelo contar cómo en el año de 1975 con un grupo de amigos formamos un Centro de Estudios en homenaje a su nombre y obra. Cursábamos quinto de Bachillerato y su poesía había incursionado en nuestras vidas.

Logramos hacer contacto con el maestro quien nos recibió en la vieja casona que habitaba en el hoy deprimido barrio Santafé. Se trataba de una casa bastante grande de aspecto colonial, con dos plantas: la primera, que habitaba el poeta y la segunda que le servía de ingreso pues permanecía arrendada. Ya por aquella época este tradicional barrio capitalino mostraba su gran deterioro pues sus aristocráticos habitantes vendían sus propiedades para trasladarse a sitios que ofrecían nuevos horizontes de la ciudad en progreso.

Encontramos en aquella memorable visita a un viejo amable que se refundía entre libros, botellas vacías de aguardiente y una pulcritud admirable en medio de un desorden mágico. Hablamos de sus influencias literarias, su profundo gusto por la música y de sus incontables anécdotas vividas al lado de sus inolvidables amigos. De ahí en adelante me apasioné por la lectura de sus textos y he tratado de comprender aquellos en que su genialidad le conminó a buscar los más extraños, o a inventarlos, para poder expresar ese intimismo de su ser multifacético y onírico. Casi un año después, en 1976, moría el poeta sin que aún se dimensione su obra de nabera concluyente y sin que los esfuerzos de algunos de sus más fieles seguidores, hayan podido rescatar para la trascendencia, su casa, hoyu convertida en garaje de prostíbulo.

Con la edición de sus Obras Completas, Alberto Aguirre reivindica a León de Greiff que es un poeta mal conocido. Porque una buena parte del público letrado tiene de él una impresión desfigurada. Se le considera poeta de vanguardia, poeta hermético, escritor ininteligible. Y nada más falso.

Desgraciadamente, la crítica colombiana todavía no nos ha dado el estudio fundamental y acertado sobre su obra. Sólo conozco un magnífico ensayo de Sanín Cano al comentar la publicación de Variaciones alrededor de Nada y otro de Hernando Téllez. Los dos ensayistas conocedores profundos de su obra, no lo ubican en el contexto de lo que hace cuarenta años se viene llamando “vanguardismo”. Ni el hermetismo ni la depuración de la poesía pura, pues se trata de un poeta desaforadamente sentimental. Ni la oscuridad onírica de los suprarrealistas, ya que la razón no deja de estar presente en su creación poética. Ni el atrevimiento y dislocación metafóricos del ultraísmo o el creacionismo: sus metáforas e imágenes son bellísimas pero no se partan fundamentalmente de la tradición inmediata.

DESHILVANANDO LA LIBERTAD: HOMENAJE A TRES POETAS NORTEAMERICANOS









POR: MARTHA CAROLINA DÁVILA






“Yo soy el que camina por la noche que empieza y que se agranda,
y grito al mar y a la tierra perdidos en la noche como yo.
Noche, apriétame contra tu pecho desnudo,
noche nutricia y magnética.
Noche de vientos australes,
noche de grandes astros solitarios,
noche callada que me guiñas,
noche loca y desnuda que me buscas…”

Walt Whitman








Se me ocurre que es más sencillo hablar de libertad cuando se está lejos de la ciudad, se me ocurre que naturaleza, hierba, sexo son sus sinónimos. Se me ocurre que en medio de la sombra que da un álamo es posible ser en el otro, con el otro, encontrar, por fin, ese sitio del que fuimos expulsados y que es ahora apenas el rastro de un pasado que se dibuja en las madrugadas. Desde acá, rodeada de gigantes de cemento que me roban el aire, de citas, de encuentros preparados, de la presión del reloj, porque no saben cuanto cuesta una hora perdida…desde acá donde todo parece prefabricado, plástico, falso y egoísta, escuchar a Whitman es atender a un susurro que se pierde en el tráfico. Es atender a esa voz que parece hablar desde dentro, el vientre, las entrañas. Es recordar que hay altares olvidados, que somos ese altar olvidado. Whitman nos aumenta unos centímetros, nos hace caminar por encima del suelo, nos devuelve la confianza y el valor. La alegría que enterramos un día de la infancia mientras jugábamos a los piratas.

Debo decir que me gusta la persona que soy cuando leo a Whitman, que me gusta creer que se puede ser tan feliz, tan libre. Tan feliz y tan libre al mismo tiempo. La poesía es ese bosque escondido entre calles sucias, entre colillas extinguiéndose en las aceras, la poesía permite olvidarse de la inutilidad de vivir, de la fatalidad de haber nacido sin respuestas y con el tiempo contado.







Tu también me haces preguntas y yo te escucho
y te digo que no tengo respuesta,
que la respuesta has de encontrarla tu solo.
Siéntate un momento, hijo mío.
Aquí tienes pan, come,
y leche, bebe.

Pero después que hayas dormido y renovado tus vestidos, te
besaré, te diré adiós y te abriré la puerta para que salgas de
nuevo .

Walt Whitman
Canto a mi mismo






¿Cuánto tiempo puede durar esa ilusión de plenitud, de ser uno con la naturaleza, de ser totalmente comprendido e irreductiblemente feliz? ¿Por cuánto tiempo podemos olvidarnos de la precariedad, de la soledad que se esconde tras cada sombra? Si la soledad tiene algún atributo, yo me atrevo a afirmar que es la paciencia, se abre la puerta para que el hijo salga de nuevo y ahí está la soledad, termina el bullicio de los pájaros/ el sordo rumor de la espiga que se levanta,/ el cuchicheo de las llamas,/ el chasquido de los leños que cuecen comida; y ahí, junto con el silencio está la soledad. Y con la soledad hay más preguntas, ¿Por qué me quedo acá, al lado de las cenizas, del fuego consumado? Y se escucha a T.S. Eliot murmurando:





Porque estas alas ya no son alas para volarsino simples aspas para batir el aireel aire que ahora está completamente tenue y secomás tenue y más seco que la voluntad

T.S. Eliot






Pero claro, está la libertad, la libertad de detener al hijo recién alimentado , de no abrir la puerta, pero también la libertad de abrirla y enfrentar las despedidas que nos hacen viejos, la libertad de creer que después del sufrimiento que merodea por los rincones, de la inutilidad de la violencia o la timidez, de los años pasados convertidos en nostalgias y fotografías amarillas, de la pálida neblina, nada importaría en el tiempo/ seguramente volveríamos a estar donde ahora, /seguiríamos caminando a donde vamos/ y después… más allá y más allá. Tras la partida queda la promesa del reencuentro, tal vez el tiempo juegue con nuestra inocencia y el espacio se empeñe en anteponer fronteras, ríos y cordilleras, pero ahí estará, venciendo el tiempo y el especio y sus juegos macabros, otro verso que alimentará nuestra esperanza.





Apenas sabrás quién soy
ni qué significo.
Soy la salud de tu cuerpo
y me filtro en tu sangre y la restauro.

Si no me encuentras en seguida,
no te desanimes;
si no estoy en aquel sitio,
búscame en otro.
Te espero…,
En algún sitio estoy esperándote.

Walt Whitman
Canto a mi mismo






Ese sitio pueden ser tantos o puede ser ninguno, después de todo, al final, está la última libertad, la última decisión, al final, nos espera la posibilidad de abandonarlo todo, de dejar de preguntarnos por qué es tan difícil, tan triste y tan larga la espera, la posibilidad de preparar el desayuno y dejarlo al lado de las personas que amamos, de escuchar su respiración tranquila mientras nos extinguimos en medio del gas, las pastillas o el vacío, mientras nos vamos con las palabras atoradas en la garganta, con el adiós vestido de silencio, con la frente pintada de derrota. Tal vez Silvia Plath se cansó de tanta libertad, tal vez habría sido más sencillo que alguien le impusiera sus deberes, su pobreza, su maternidad, su vida. Tal vez habría preferido que alguien le dijera “no nombres al Coloso”, “no escuches a esas tres mujeres que te piden salir”, “olvídate de La Canción de Mary y del Cazador de Conejos”. Pero ese alguien no existe, existe la libertad que para algunos es una condena.




La mujer alcanzó la perfección.



Su cuerpo muerto muestra la sonrisa de realización,



la apariencia de una necesidad griega



fluye por los pergaminos de su toga,



sus pies desnudos parecen decir,



hasta aquí hemos llegado, se acabó.



Los niños muertos,



ovillados, blancas serpientes,



uno a cada pequeña jarra de leche ahora vacía.
Ella los ha plegado de nuevo hacia su cuerpo;



así los pétalos de una rosa cerrada,



cuando el jardín se envara



y los olores sangran de las dulces gargantas profundas de la flor de la noche.



La luna no tiene por qué entristecerse,



mirando con fijeza desde su capucha de hueso.



Está acostumbrada a este tipo de cosas.



Sus negros crepitan y se arrastran.

SILVIA PLATH
ÚLTIMO POEMA.

ACUARELA DU BRAZIL





POR: DIEGO ARTURO GRUESO




A FELICIDADE.



Estas palabras quizás se hayan empezado a escribir hace mucho: tal vez cuando acordamos con el Grupo Literario Escafandra el itinerario que habrían de seguir nuestras tertulias. O tal vez empezaron a escribirse desde la primera vez que oí Chega de Saudade. Lo cierto, en todo caso, es que ningún texto comienza a escribirse desde la primera palabra. No, siempre se empieza antes. Y no estoy refiriéndome a que se empiece desde la imaginación para luego plasmar lo imaginado, eso es muy obvio, o por lo menos parece serlo (¿Será que uno puede plasmar lo imaginado?). Hablo de lo que tal vez podría llamarse “vocación”, de ese llamado que no se puede rehusar: de esa fuerza que lo arroja a uno a estas letras, a estos escenarios y a estos encuentros, que hoy me exige hablar de Brasil: de ese gran pedazo de alegría.

Eso, empecemos por la alegría: empecemos pues, por la felicidad. Pero no la felicidad de ese obtuso discurso del éxito que estalla todos los días desde las vitrinas y los anuncios publicitarios. Sabemos nosotros que esa felicidad fingida, la falsa sonrisa de la “actitud positiva”, es sólo la máscara que los mercachifles se ponen para vendernos todo, cualquier cosa. Tampoco vamos a hablar aquí de la felicidad que proclaman los epicureistas: esa ruta del placer que después de todos estos siglos de desengaños ya se hace inextricable. Vamos a hablar de nuestra felicidad, de esa risa socarrona que en medio de la tragedia esboza quien ya ha perdido todo, para robarle a la desgracia lo que aun le queda de gracioso. La felicidad del negro encadenado que baila al ritmo de las palmas y los coros, mientras atrás el ladrar de los perros les recuerda que el amo anda vigilante.

Hay siempre en el año un momento de felicidad: ¡El Carnaval!, que mientras dura no le quita su imperio a la tristeza, no la desaloja de sus aposentos, sino que irrumpe de repente para adornar la sala y pedirle el llanto que demore su cauce y que las risas, las máscaras y los disfraces decoren nuestra triste condición y nos den alivio. De eso habla A Felicidade, canción compuesta por Vinicius de Moraes, en su voz y la de Toquinho.

(A Felicidade)

EL INTELECTUAL Y LA CULTURA POPULAR.

- ¡No, no, no! No sirvan todavía. Déjeme a Bach.
- Y no me dejen entrar por la ventana esa gritería. ¡Mande callar a los esclavos!
- ¡Pero qué es lo que están haciendo? ¿por qué tanta algarabía?
- Cierra ya la puerta, ciérrala, quedémonos adentro. Haya sólo está esa gentuza, aquí está todo: Bach y la nueva revista The Economist.

Desde afuera…
- ¿Por qué el miedo, señorita? ¿Si yo sólo soy el esclavo?
Si a alguien le temen por aquí es a su padre que es el amo.
¿Por qué no sale?
Lo último que haría un esclavo es hacerle daño.
No ve que usted es la hija del dueño.
Salga que afuera sólo hay fiesta
Se está escaseando la cachaza
Y ya va a hablar mi abuelo,
Y él sabe muchas historias.
Son historias lindas también
Y el baile es bueno.
No son como esos bailes de salón
Así no son los nuestros.

Ya sé por qué decía aquel misterioso inquilino al niño en MI Infancia (De Máximo Gorki): “Escribe todo cuanto te diga la abuela, eso nos va a hacer mucha falta”. Cómo no nos iban a hacer falta esas historias, si son el tejido mismo de nuestra realidad. El intelectual no puede darle la espalda a la cultura popular, ni mucho menos puede acercarse a ella con la actitud paternalista de pensar que su abrazo la redimirá para sacarla de su ostracismo. El intelectual deberá seguir el ejemplo de Vinicius, quien se acercó, con la mirada amorosa de un hijo a su buen padre, a las expresiones más vernáculas y dedicó gran parte de su trabajo a investigar en torno de la Samba. Hasta el punto de decir alguna vez que los mejores poetas del Brasil no eran él ni Manuel Bandeira, sino Carthola y Cachaza. Uno escucha con atención estas canciones y se da cuenta de por qué lo decía: no por fingida humildad, sino por sincera admiración.



SAUDADE.

Es un sueño. Me encuentro de repente caminando por las calles de la que luego me entero, es Madrid. Me va llevando Sara y me pregunta por mi hermano. Hace unos tres años que no la veo y verla en el que al siguiente instante me percaté que era un sueño, produjo en mí un colapso de dos emociones: una alegría acogedora y la tristeza de la ausencia bajando por la garganta. Y las dos emociones se me encontraban en un momento del respirar, tal vez en la exhalación. Esa sensación en español no tiene nombre pero en portugués sí. Se llama: saudade. Lo sé no tanto por haberla leído innumerables veces en la poesía de Pessoa, sino sobre todo por esta canción escrita por Vinicius y la cual, dicen, inauguró el movimiento de la Bossa Nova.

(Chega de Saudade)



DESAFINADO.

Tal vez ustedes opinen que he desafinado, que estas palabras fallaron. Pero les digo que no quise describir porque ya no me interesa lo descriptivo. Lo que me interesa ahora es crear atmósferas y vagar por ellas sin rumbo y errante. Andar desafinado, pero así tocar dulce música, y que esa música vague conmigo en esa atmósfera que hemos creado los dos, o todos, porque están invitados los amigos de Vinicius. Está aquí Tom Jobim, que imita pájaros y está enamorado de los Sabiá porque ninguno canta lo mismo y están ustedes que, por supuesto, me han perdonado ya esta irrupción tan desatinada en las palabras y quizá tan atinada en la música. Pero qué digo… que lo diga Jobim mientras yo le pregunto: ¿Porqué le pusiste a esta canción Desafinado?

(Desafinado)

LA COPA DEL MUNDO.

Si llegamos hasta aquí y ustedes no han replicado (espero que no lo hayan hecho). Por qué no escuchamos ese homenaje a lo que más alegraba a Vinicius y a cualquier brasilero. Escuchemos esto que, por supuesto, escribió Vinicius e imaginemos a Ronaldinho jugando, a ese gran artista sobre el balón y de paso, volvamos a la alegría, para dejarlos en buen puerto.

POÉTICA DE LA LIBERACIÓN (Homenaje a José Martí)


POR: JAVIER NEIRA MARÍN



“¿Mi musa? Es un diablillo
Con alas de ángel”
JOSÉ MARTÍ (El Ismaelillo)



I
Implacable, como la poderosa semilla arrojada por nuestros siglos en la labranza de los hombres, se vierten sobre nuestra América, la voz, el pulso y la ensoñación de humanidades que, como la de José Martí, han hecho posible este continente heredado íntegro con el testamento de la libertad a hombres y mujeres de entramaje mestizo que han sabido defender, mediante su trabajo creador y sus constantes luchas de liberación, esta Patria gigante que un día nos fue dada para la concreción de un sueño.

II
Martí: poeta innombrable, hombre y amigo de los hombres, soldado - poeta en el frente de los sueños, insurgente em la pluma-fusil fusil-pluma disparada por la historia, como un genio humilde que descubre la realidad y funda un sueño, que supo perdonar la estrechez de la conciencia en los otros y el pobre corazón del enemigo.

III
Como un eco total y perceptible, nos acercamos a su voz clara que nos habló y nos habla de un proyecto poético político, de un continente integrado por la raíz de una esperanza sembrada por manos libertarias.

IV
Martí: hoy no invocamos tu nombre en vano, sabemos de tu tenaz presencia en el entramado de los siglos que nos fueron forjando, pulso a pulso, con el trabajo honesto y redentor del poeta campesino, del verso sembrado con la caña en estos campos hijos de la libertad. Así, te sabemos también palma, sembrada en tierra fértil con la que naces, creces, pero nunca te mueres. Inmortal en la semilla, tu eternidad consiste en haber sido arrojado por la voluntad cósmica de nuestra humanidad hacia el firmamento donde brilla victoriosa tu estrella elegida.

V
Martí, en tu nombre, están todos los hombres porque es allí donde caben, en todos los nombres estás tú. Para llamarte Fidel, Nicolás, Lezama, Compay, Emiliano, Marcos, Manu, Ernesto, Julio, Roque, Simón, Salvador, Pablo, Hugo, Camilo, necesitaste de una mañana y unos siglos. Pero en ti no caben sólo los nombres, innombrables los pueblos de nuestro continente ensoñado, también se contienen en ti. Tu geografía nos es también propia, tu América, nuestra.

VI
En su apostolado patrio, el hombre que sacó su corazón y su cabeza de lo más hondo de la originalidad del hombre americano, con la misma pluma que escribía los versos de los que somos prójimos, redactaba también comunicados y ensayos políticos con los que preparaba para Cuba la guerra de liberación.

No se trataba, en el caso de él, ni en el de muchos otros que le han seguido los pasos, de reemplazar la pluma por el fusil: en Martí estos dos instrumentos de creación no estaban diferenciados, esto porque entendía que la realidad social, económica y política de los pueblos americanos era el verdadero objeto de creación y transformación. Tal vez por eso, Martí veía la Imagen como realidad posible y cuando se piensa así, el papel es lo suntuario.

VII
Atendiendo al llamado de su tremenda voz y a la grandeza de su ejemplo, hoy más que nunca se hace necesario que el poeta latinoamericano deje la comodidad de su circunloquio literario y se reconcilie con su entorno. El mejor homenaje que desde la literatura se le puede hacer a Martí, es lograr que el poeta vuelva a las calles, a los barrios, a las ciudades y a los campos de donde salió, para acompañar a su pueblo en la construcción de una poética de la realidad que aunque deje intacto el papel, pueda cambiar la vida de los hombres y mujeres de esta América nuestra que hoy da vigencia al sueño continental y revolucionario de este apóstol de Cuba, hijo de Bolívar, padre de Rubén Darío, al que podemos acompañar diciendo: “La poesía es la religión definitiva y la poesía de la libertad el culto nuevo”.

ENCUENTRO DE CRONOPIOS: HOMENAJE INTIMO A JORGE LUIS BORGES Y JULIO CORTÁZAR








POR: FERNANDO VARGAS VALENCIA




“Busco mi cara en el espejo; es otra.
Por eso lo rompí y me castigaron”
JORGE LUIS BORGES







“Espejo: no distinguirás entre los adoradores y el ídolo”
JULIO CORTÁZAR









De los muchos hombres que recorren ciegamente la memoria, aparecen unos versos cortos, unas imágenes contundentes, una emoción puntual: de repente, se toma un libro, y se fundan miticamente las cosas cotidianas. La ausencia puebla nuestros silencios mientras más allá del tiempo y de los espacios, las libaciones más secretas, van señalando destinos impostergables. Nos hablan desde el pasado en esa extraña coincidencia de nuestro presente con el futuro de sus voces maravilladas. Sombras inmortales, se funden en una ciudad íntima: Buenos Aires. En ella, hay sombras, esquinas que nos van llevando hacía la urgencia de estar vivos, hacía la posibilidad de ser inmortales.

La Cruz del Sur colmada de fantasmas silenciosos. A ella, desde nuestra Bogotá asentada cadenciosamente sobre la rosa de los vientos, rendimos un homenaje hermano, un canto de almacén, de ausencias amanecidas en la salmodia infatigable de la lluvia. Nuestra memoria va recontando sus muertos y los recupera de ese amargo laberinto que es la muerte… Bajo estas premisas de intimidad pactada con el vino de la amistad, con la complicidad de las palabras y los silencios, viene a la memoria, y a la salud de ustedes, el ritmo de una milonga escrita a Buenos Aires, desde París, por uno de nuestros cronopios: (La Cruz del Sur).

Jorge Luis Borges y Julio Cortázar están atados a un hilo que va más allá de sus nacionalidades y de esa vieja costumbre que llevaban consigo llamada Buenos Aires, ya sea en París o en Ginebra. Ellos son emisarios de una suerte de porvenir trazado por la ensoñación y por la ruptura con el tiempo. El laberinto y la rayuela, el juego y el río de Heráclito, la fundación mítica de Islandia y el nacimiento de un mundo de cronopios, están atados por una suerte de fatalidad: nos enseñan que estamos predestinados a perseguir ciertas pequeñas cosas, ciertas maravilladas cosas que nos traen promesas e ilusiones de libertad. Jhonny Carter, el perseguidor de Cortázar, es el Otro de Borges: ambos sueñan poblar un mundo posible, por imposible, en tanto el mundo llamado real es una ficción y el hombre, ficción también, vive en un laberinto de artificios. El tamaño de la esperanza de los dos cronopios es el mismo: nostalgia. Añoranza de los mayores, posibilidad de no heredar solamente de nuestros antepasados el único hecho de que estén muertos. El pasado para Borges es el lugar donde la felicidad pudo lograrse. El juego en Cortázar es esa anulación del tiempo encaminada a liberarnos de nosotros mismos. “Esto lo estoy tocando mañana”, dice el Perseguidor de Cortázar, en una obligada certidumbre de que hay algo en el metro de París estrechamente vinculado con el río de Heráclito, evocado constantemente en los poemas de Borges. Para Cortázar, el tiempo se detiene en el metro; para Borges, somos apenas memoria que nada en un río en el que Heráclito no puede bañarse varias veces, porque él se hace otro, aunque el río permanezca invulnerable. Otra vigilia es posible en ambas persecuciones: si los años son un ultraje, buscamos hacerlos música, rumor, símbolo. A eso llaman ambos poesía: abrirse paso en los lúmenes del tiempo, pobreza inmortal. El Heráclito que sueña Borges es otro y es él mismo. Jhonny Carter, Heráclito, Borges, Cortázar: ríos interminables que pasan y quedan, cristales de un mismo hombre inconstante, “que es él mismo y es otro, como el río interminable”.

Vuelve Buenos Aires a definirnos en esa dualidad que nos iguala a Cortázar y a Borges, a Stevenson, a Javier Neira, porque todos ellos somos uno mismo, aquel que irremediablemente juega, quiere, debe jugar con el tiempo y los infinitos. Escuchemos: (Borges y yo).

Recuerdo que hace unos meses escribí a una mujer ciertas palabras dolorosas en torno a esto que les estoy contando. Como este espacio busca ser un pacto de intimidad (y mis amigos y yo, y el otro, no nos cansaremos de repetirlo), me atrevo a echar mano de lo anecdótico so pena de aburrirlos. Pero justificándome se me ha olvidado la anécdota. Rescato del interminable laberinto de una memoria sojuzgada por bestiarios, entre los que se cuenta el de las mujeres y el vino, irreparablemente, el hecho de que a esa hermosa mujer le informaba la necesidad existencial que a partir de Borges y Cortázar hacía eclosión en mí. Esa necesidad es la de construir un mundo poético, en el que reconozcamos el terrible destino humano, que consiste en que nacimos inmaduros para la muerte. Octavio Paz murmuró a propósito de la fatiga de Borges que él a pesar de sus ochenta años no estaba preparado para la muerte, porque todos nosotros, por más viejos que estemos, siempre seremos inmaduros para morir, en el sentido de que nacer es la madurez absoluta y se va relativizando cada vez más a medida que establecemos contacto con la vida cotidiana, con la vigilia, con eso que terriblemente llamamos realidad, como si no nos bastaran los sueños, la muerte misma, la literatura, para reconocer que tan irreal es. Me atrevo a pensar en Borges y Cortázar como dos heterodoxos, dos radicales. Heterodoxos en tanto, como escribí alguna vez en otro tiempo, Cortázar y Borges solían, cuando jugaban al ajedrez, para rescatar a la reina, ofrecer la cabeza del rey. Radicales en tanto ser radical es tomar al hombre por la raíz, y la raíz del hombre es el hombre mismo, y Borges y Cortázar persiguen al hombre total, a la bestia trascendente que coagula embates y misterios, muertes y farsas, viñetas de un truco de mago llamado historia. Aproximaciones a un hombre que soñó un mundo poético, en el que el amor, la presencia de los cuerpos abatidos por su furia, nos dan la posibilidad de salir del tiempo para ser eternos aunque fuese por un instante.

Dos poetas cuya virtud consiste en ser respetuosos con el silencio. Para Borges, la misión del poeta es “hacer”, lo que significa reinventar nuevamente la realidad, para encontrar en cada una de sus cosas, el paraíso perdido del que nos expulsaron. Así, en uno de sus poemas se lee: “el poeta es aquel hombre que. Como el rojo Adán del paraíso, impone a cada cosa su preciso y verdadero y no sabido nombre”. Lo que hermana al buen Jorge Luis con Cortázar, porque para el último, ese Hacedor soñado por Borges, es el que recupera la necesidad de explicar el mundo metafóricamente. La metáfora funda el conocimiento y el verdadero poeta, para Cortázar, es aquel que reconoce que la metáfora no es un recurso privativo del poeta y que su función, la del poeta, consiste en rescatar esa forma primigenia, mágica e inocente de conocimiento que es la metáfora. Un destino poético que no es del todo feliz porque es trasgresión, porque es hacer de la presencia del otro una necesidad vital, lo que es bastante problemático en un mundo de ausencias. Ese encuentro con el otro, esa hambre de comunión del poeta es la conciencia de que sin el otro, el yo está perdido. Ese otro evocado por el río del tiempo Borgiano, o por la nostalgia solitaria de Julio para quien al hablar de mí hay un engaño toda vez que “en el mí estás vos también”, evidencia el hambre de comunión inherente a la sensibilidad poética donde se es consciente de que lo escrito, lo dicho, no pertenece al poeta sino a quienes lo escuchan, y que la tradición y el lenguaje son el “gran poema colectivo del hombre”.

La nostalgia de Borges es una nostalgia de hermandad cobrada por un pasado en el que era más digna la derrota que la bulliciosa victoria. La nostalgia de Julio está demarcada por la “segura bella inseguridad del que ha elegido guardar la fuerza para la ternura y tiernamente gobernar su fuerza”, como se lee en uno de sus poemas. El poeta busca, persigue: el oro de los tigres, la palabra que sane, la posibilidad de amar en un tiempo de odio, ansia de ser siempre más, conocimiento, hambre de posesión para ser, sed de infinito, avidez de existencia, posibilidad de transformar la realidad tocándola poéticamente: (Toco tu boca).

Así, el tiempo roto por las caricias de los amantes en Cortázar, es equivalente a la furia de la espada de los fundadores de las cosas en Borges. La gloria consiste en estar muertos y en el paroxismo de los amantes hay una muerte nueva, en la que el tiempo se reduce a la eternidad de una caricia. Esa caricia que es la furia de Genhish en otro tiempo, la de Tamerlán escribiendo con sus dioses un libro desaparecido por los siglos, que son los diálogos a destiempo entre el Mío Cid y Don Quijote. Porque a todos nos duele una mujer en todo el cuerpo, los encargos de Cortázar y Borges están trazados por una coincidencia para nada accidental: a la mujer, Cortázar encarga lo que a la memoria Borges: obligarnos a pronuncia al fin nuestro verdadero nombre. Y en esa necesidad de lo vital, aparece una pasión común a los dos cronopios que Gelmann vendrá a revitalizar con sus andamios postreros, con las uñitas de niñas sumergidas en tinta, con su lunfardo alucinado: el Tango, el bello tango de los compadritos, de los que a su manera, con el cuchillo, con la garúa, con los otarios y el cigarro fumado en una esquina rosada, llegan al fin a pronunciar su verdadero nombre, el que todos compartimos, porque todos somos el mismo ser, repetido maravilladamente. Escuchemos uno, escrito especialmente para las seis cuerdas por Borges, musicalizado por ese otro cronopio llamado Astor, y con ello, sean todos ustedes bienvenidos: (Alguien le dice al tango).

BIENVENIDA

Bogotá, Colombia.
Escafandra

Entramos en una era de postergaciones. Los hombres, señores de la historia, dan el salto hacia una nueva vida. Pero lo dan con la timidez de aquel que se sabe heredero de algo que sobrepasa los límites de la muerte.

Este mundo también, se ha dejado penetrar por aires hostiles. Por suspiros aciagos. Por transgresiones del fuego. Por instantes de persecución. Sólo nos quedan las huestes de los combates circulares, la histeria de los nuevos paisajes. Un aire limpio de sombras. Encontrar la verdadera vida, que, como dijo Rimbaud, aun está en otra parte.

Sólo nos quedan estas viejas cruzadas de hombres y mujeres que aman la tierra para alcanzar el cielo. Estos habitantes de la isla que aman la sangre, que la aglutinan en columnas abismadas y polígrafos para una nueva tierra. Contamos con nuestros versos, duramente humanos, salvajemente libres, con nuestros palabras adheridas al caos de nuestra desesperanza y de nuestra sed de infinito, silabas apenas pronunciadas que han entretejido el urdimbre de un traje que nos permitirá respirar en estos ambientes adversos donde el más odiado de todos es el que vuela.

Nuestra escafandra es, ante todo, una casa. Una pared con tantas puertas como individualidades. Una explosión de radicales formas de complicidad.
Nuestro albergue, diminuta explosión en el intrépido instante de las resurrecciones y de los alegatos, abre sus ventanas para que su aire contamine los excesos de luz de nuestros tiempos, para que la oscuridad nueva rompa cadenas de soledad e indiferencia.

Nuestra Escafandra es ese verso que se nos cuela entre los dedos hasta desangrarnos en medio de la risa y la memoria.

Sus escotillas y accesos son infinitos. Se han trenzado en medio de la lluvia y de las ciudades babilónicas. Aceptan a todo aquel que quiera RESPIRAR.
A todo aquel que entregue su vida en un verso.

A todo aquel que ha entendido que la poesía es ese indagar nuevos horizontes para el hombre y para su espíritu transeúnte.

A todo aquel que alguna vez ha pensado que sus ojos, sus manos, su sexo, su blando corazón había que inventarlos otra vez.

A todo aquel que ha roto su reloj-pulsera en un acto de solidaridad con su muñeca.

A todo aquel que ha deseado un mundo fantástico en el que todos puedan devorarse el aire con los ojos.

Escafandra es el traje de varios soñadores. Es un campo minado de heterodoxos. De aquellos que han aceptado que la poesía es origen de otras realidades que dan respuesta.

De los que siempre han de estar ebrios (para no ser más los esclavos martirizados del tiempo).

Escafandra se pretende vendimia de cronopios.

* * *
Compartimos con todos ustedes, una serie de homenajes que hemos realizado en veladas poéticas y musicales…